viernes, 4 de diciembre de 2015

Helena y Liam. Breve introducción a la historia

 ¡Hola, bichines!
 Ya es oficial, tenéis nombre (vamos todos con aplausos y vítores). ¿No es genial? No os mentiré, cuanto más lo digo, más me gusta. En serio. Me encanta. Ojalá os guste a vosotros tanto como a mí. Por lo pronto, vivo enamorada del mote. Fue amor a primera lectura. Y yo creo que va a ser un amor duradero. Quizás me case con él. Estaréis invitados a la boda. Os mantendré informados vía redes sociales.
 Y ahora vamos al tema que nos atañe, que eso de que he encontrado a mi media naranja en cuanto a palabras se refiere es  muy importante (y seguro que más de uno ya irá preparando el vestido para la boda, eh, pillines) pero yo he venido aquí a hablar de mi libro (inserte aquí voz de Francisco Umbral) y, en este caso, la nueva historia que traigo al blog se llama "Helena y Liam" (el título es de estos que se lo pusiste provisional porque tu inspiración había cogido las maletas y se había ido de vacaciones y ya pues se le ha quedado y no te sale llamarlo de otra forma. Pues eso). Tengo varias cositas que deciros y contaros con respecto a la historia, lo cual entraría en eso de "Breve introducción".  No sé si alguien recordará la entrada anterior donde os dije que algún día os contaría la anécdota de una historia que empezó como corta y llevo dos cuadernos con ella. Bueno, pues os presento esa historia. No os he dejado tanto con la intriga después de todo. Historia, te presento a los bichines; bichines, esta es la historia. Y una vez hechas las presentaciones, vamos a ello con las cositas.
 Creo que podremos empezar por el tema del título más allá de que es feos de narices  y es que, sí, leéis bien: Helena. Para quien no lo sepa, hago un inciso aquí, y es que, como dato, Lena, mi pseudónimo, viene de Elenagracias a Dios no es de Magdalena o algo por el estilo (que no es que tenga yo nada en contra de que alguien se llame Magdalena pero es que yo soy más de nombres cortitos y a ser posible que no sea de comida porque me daría hambre cada vez que me llamasen). Así que sí, surprise (no tengo muy claro si habrá muchos que se sorprendan, en realidad), mi nombre es Elena (quería guardar algo más el anonimato pero no pudo ser, más suerte a la próxima). Sí, Helena. Elena. Parecidos razonables, ¿verdad? No, no es que tenga el ego del tamaño del Escorial ni que esté in love con mi nombre. La verdadera razón es que, en esa época donde yo podía escribir todo lo que quería y me sobraba tiempo para sugerir que me pidiesen historias bonitos años aquellos donde todo esto era campo ,  pues una amiga me pidió que escribiese una historia donde el protagonista se llamase Liam Gallarther (sí, se parece muy mucho al nombre de uno de los miembros del grupo Oasis, no son imaginaciones vuestras) y le pregunté que cómo quería que se llamase la chica y, pues, se le ocurrió que Helena. Y aquí están, Helena Corday y Liam Gallarther. Sé que era mucho más interesante y morboso pensar que soy egocéntrica pero va a ser que nop. Asunto desvelado. 
 Lo siguiente que ya muchos os estaréis temiendo a tenor de que la historia se llama como un chico y una chica y que la historia me la pidió una amiga, amiga, a-m-i-g-A, recalquemos el femenino, sí, la cursilería estará asegurada. Lo avisé en el post anterior y aquí reafirmo lo ya dicho: Va a saliros el rosa por cada poro de vuestro ser, vais a vomitar arcoiris y a mear rosa (ah, no, que es políticamente incorrecto hablar de mear. Venga, lo tacho). En serio. Es, yo creo, de las cosas más cursis después de libros como, qué te digo yo, Crepúsculo (que tampoco tengo nada en su contra, conste en acta). O incluso más pasteloso (ya vais viendo por dónde va la cosa y ya cuando os diga de qué va, fliparéis y muchos huiréis a las montañas por si se contagia la moñería, lo veo). Además es una historia que, si bien tendrá una segunda parte (con personajes distintos) que tenga algo más de acción, esto que os voy a traer aquí es íntegramente de amor (estoy viendo cómo más de uno huye antes de que me dé cuenta de que ha venido). Aun así, parto de la base de que no creo ser la única ñoña de cojones hasta decir basta que hay y que a alguien le gustará. No sé. Espero no equivocarme. 
 Y como más de uno se estará ya preguntando, seguro que con una mezcla de temor, curiosidad y tirria, de qué va la historia, resolveremos la duda después de una breve pausa para la publicidad. Ah, no, que aquí no hay anuncios. Vaya. No habrá pausa dramática. Qué triste. En fin. Pues la historia va de amor. ¿A que no os lo esperabais? Lo sé. Y si os digo que es entre un chico y una chica lo flipáis, ¿a qué sí? Os dejo unos minutos para que sopeséis este exceso de información que sé que tenéis. Y tras esta interrupción, me dejo de cachondeitos, y hablo en serio: La historia trata el amor en el siglo XIX entre Helena Corday, una joven de familia adinerada y padre empresario, y su guardia personal, Liam Gallarther, en un época donde aún existían ciertos prejuicios con ese tipo de amores entre personas de tan distinta índole social.
 No, no estoy de coña broma, toda la historia trata eso, los dos cuadernos, de cómo se conocen, de cómo el acaba siendo su guardia, de cómo se enamoran, y de lo que hacen para estar juntos... O separarse para siempre. (Y aquí llega la verdadera parte donde decimos adiós para siempre a varios de nuestros bichines, donde se refugiarán por los siglos de los siglos en las montañas). 
 A ver, sí, es ñoña, mucho, muchísimo, MUCHO MÁS QUE MUCHÍSIMO (de hecho, debería haber un rango más allá de muchísimo para estas situaciones) pero la escribí hace varios años (aquí pegaría decir en aquellos años donde yo creía en el amor, pero sigo siendo una romántica, algunas cosas no cambiarán nunca). Me pidieron que fuera de un amor "imposible", y en teoría, además, por aquello de que es típica, no iba a durar más de un cuaderno (y mucho era) pero la he ido alargando y... Dos cuadernos. Así vamos. Así es mi modus operandi. Nunca me pidáis una historia, bichines, o moriréis esperándola. Y nada, personas con el azúcar subidita, abandonad Helena y Liam ahora que podéis, primera advertencia, quien avisa no es traidor.
 Y ya como último dato, cuando suba el primer "capítulo" (por llamarlo de alguna forma, porque no son capítulos como tal) os daréis cuenta de una cosa en seguida. O de dos, en realidad. La primera es que la historia está contada desde el punto de vista femenino y desde el masculino. Alternando una vez Helena y otra Liam. Y la segunda es que, al ir alternando, los capítulos (o los puntos de vista, que creo que encaja mejor) pues se quedan muy cortos. Así que subir una entrada con un punto de vista, en mi opinión, no os haría entrar bien en materia y se quedaría corto, y por tanto lo que voy a hacer es, en una entrada, poner tanto el punto de vista de ella como el de él. Pienso en vosotros mucho y en cómo os gustarán más las cosas, soy un sol de persona y si cuela, cuela, ¿o no?.
 Y nada, bichines, que ya toca despedida. Os he explicado cuánto quería para que quedase todo bien claro de antemano y espero que así sea. 
 Un besazo, bichines, y hasta la próxima entrada que será en breve.
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-Lena



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